martes

LEO MASLÍAH (Uruguay)


AFCLECIO

Afclecio salió de la casa y se metió en el auto, pero este no arrancaba. No arrancaba y no arrancaba, hasta que arrancó. Arrancó de cuajo un suculento sector de la calzada, con buena parte del caño colector que había abajo.
El gran boquete que dejó al descubierto un espectáculo infrecuente: un masa de pequeñas criaturas intraterrestres, que pupulaban y vibraban como colibríes neurasténicos.
Gastón Nogués, que pasaba por ahí, bajó y ofreció a las criaturas sus servicios como representante artístico, asegurando tener fuertes posibilidades de colocar el espectáculo en un circo.
Las criaturas se lo comieron.
Afclecio, que miraba la escena desde uno de los bordes del boquete (que era cuadrangular), se la aprendió de memoria y luego,al llegar a su oficina (a pie), la reprodujo, comiéndose a Mirna, la ingeniera agrónoma.
Un auditor lo denunció, y Afclecio fue detenido y recluído en un oscuro calabozo, donde hizo la digestión.
Al día siguiente, se abrió un oyito en el pizo del calabozo, y apareció una de las criaturas intraterrestres, que dijo a Afclecio estas palabras: "¡Hola, camarada!".
Afclecio, conmovido la besó.
Eso a ella no le gustó un carajo, y lo pateó.
Afclecio, seriamente herido fue internado en una enfermería de la prisión. La médica de guardia, una tal Alfagfa se enamoró de él. Pero él había puesto sus ojos en Saruka, una de las enfermeras, y no le dio corte. Entonces ella lo curó mal. Y cuando Afclecio volvió al calabozo, su lesión se reía de él. En eso,de las paredes del calabozo salieron como entidades que podrían ser llamadas criaturas de intramuros. Estas criaturas se rieron no de Afclecio, sino de su lesión. La lesión sanó. Pero Afclecio enfermó y murió. Fue enterrado en el cementerio de la prisión, y las criaturas intraterrestres que lo recibieron, lejos de comérselo, lo erigieron en monumento patrio y lo pusieron bajo un pedestal, en su plaza principal.
Cartas a un escritor latinoamericano
y otros insultos
. (ver BLOG - click aquí).

1 comentario:

Exeklopman dijo...

Sr Masliah,

Desde que aprendí a imitar su sentido del humor, incluso mal y con mucha torpeza de mi parte, me va mejor con las minas.

Gracias por lo que hace.

E. K.

 
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